La reconstrucción del concepto de militancia.
En el concepto de militancia destaca que todos somos iguales, con derechos que reclamar y deberes que cumplir en tanto miembro de una Organización Política, en nuestro caso el PSOE. Es esto lo que debe permitirnos reconocer en el “otro” un compañero que está en la misma condición y con el que hay algo en común, la “Ideología Socialista” que nos une. Por tanto, supone consideraciones y tratos mutuos de respeto y consideración igualitaria.
El reconocimiento de que “Yo soy socialista” me compromete a velar por la existencia de algo común que me liga a los otros por medio de la construcción de acuerdos, creación de redes, espacios y comportamientos de solidaridad colectiva, y transformación de la sociedad en el camino de hacerla cada vez más justa para todos.
Este concepto está enmarcado en la igualdad legal, social y humana, pero también militancia es pertenecer activamente, es decir obligados/as a la vinculación, a una interdependencia, responsabilidad, solidaridad y lealtad. De esta manera, “Yo soy parte del PSOE” en la medida que me siento y me comporto como parte fundamental de él, mereciendo respetos y generando responsabilidades.
Los Órganos del Partido tienen la obligación de generar marcos de participación destinadas a promover acciones que aseguren que ningún militante sea objeto de discriminación, menosprecio o anulación por ninguna razón, y aún menos por ejercer su legítimo derecho a la discrepancia, o a la crítica constructiva, solo así podemos avanzar en el reto de construir militancia desde la diversidad, en el marco del respecto, frente a quienes han pretendido hacerlo sobre el silencio sumiso de los corderos.
Es decir, existe una amplia base lógica y argumental que obliga a la organización del partido socialista a construir una dinámica de participación que haga posible una democracia capaz de articular las diferencias, desde el respeto la ideología compartida con todos los matices diferenciales que les son propios a las organizaciones acostumbradas a defender las libertades.
Es tarea de todos ampliar y profundizar nuestros conocimientos sobre los derechos y obligaciones como afiliados/as, en una permanente labor de construcción de identidad socialista que por su carácter de solidaridad colectiva, y transformación de la sociedad, es primordial para la consolidación de una sociedad de libertad personal y justicia social, fundada en el respeto y el ejercicio pleno de los derechos individuales y colectivos.
La militancia está vinculada directamente al carácter de la democracia. Frecuentemente se piensa que la militancia se manifiesta exclusivamente a través del ejercicio de los derechos individuales, de la militancia orgánica, pero se descuidan los derechos colectivos. Hoy en día de debe ampliar el sentido de militancia e incorporar la reflexión sobre militancias en la diversidad, donde se reconozca las diferencias presentes en un determinad grupo. La militancia no debe de ser entendido únicamente como status, definida por un conjunto de derechos y responsabilidades. Militancia es identidad, pertenencia a, orgullo legítimo y reconocimiento como tal.
La idea de una militancia moderna, resulta de los derechos necesarios para la libertad individual, esto es, la libertada personal, de palabra, de pensamiento, de opinión y de palabra. Por tanto, esta militancia básica, es preexistente y necesaria para la militancia orgánica, pues representa las capacidades mínimas que se requieren para participar en la organización política. La Militancia en la ideología es esa dimensión de la democracia que funciona como aglutinante para “estabilizar procesos de acción colectiva que de otro modo serian destructivos, puede reforzar la identidad local y proveer a los individuos un medio para descubrir valores así como para procesar y sintetizar referencias personales.
Esta dimensión aglutinadora y estabilizadora de la Militancia ideológica, se podría también definir como el derecho a poseer y defender una memoria colectiva, adscripción e identidad específica, a su respeto y reconocimiento público y a participar desde ellas en la sociedad a la que se pertenece.
La ideología socialista consiste en “Participación real y activa de las personas en la construcción de la sociedad y en su transformación. Se realiza a partir de la asunción de los deberes y derechos formales para incorporarlos a la vida cotidiana en todos los terrenos, políticos, económicos y culturales.
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